El vacío atormentado de un
silencio extrapolado a los sentidos.
Abismos
Peces sin aire y agua.
Aleteo de pájaros
ensangrentados. Contaminados.
Puertos vacíos.
Casa en ruinas.
Memoria húmeda de la casa
perdida.
Ausencia profunda e
insufrible.
Naufragio.
Correr de los días en pausa.
Noches de encuentro.
Esa incipiente infancia que
vuelve como testigo, colocando cada cosa allí donde estuvo, sabiendo que es
sombra y destino.
Y la muerte agazapada asoma
su cara.
Ella sabe.
El paciente piensa en mañana.
No en su daga.
La vida se abre paso a cada
instante de tragedia otra.
Persistencia falsa.
Duerme el sentido de lo
apercibido.
Niega su sino.
Curte el destino y hiere.
Huye.
Pierde ese norte inexistente.
No hay camino.
Se reduce a ceniza. A nada.
Esa mente esquiva quiebra su
alma.
¿Con ella cuentas?
Es posible.
Cuesta desdecirse.
Hubo un antes que tumbas
llenan.
Ese tiempo testifica su
futuro incierto.
Castañetea su miedo en las
comisuras del verbo cierto.
Derrape en el viento.