La vida está llena de ciclos que se abren y cierran.
Los hay marcados por calendarios arbitrarios que determinan nuestros pasos.
Hoy se abre uno de esos.
Han terminado esos dos meses que prometían.
Nada de lo que se espera suele convertirse en realidad.
Hay aspectos personales que entran en monótonos canales.
Un mundo que emite señales de alerta que por repetirse aquietan nuestras conciencias.
Saltan a la palestras emitidos por agentes que dicen tener en su haber la capacidad de informar. Yo diría que de (de)formar.
Hoy en primera plana, mañana nada.
Entretanto, los sujetos que fueron objeto de esas notas de prensa siguen bregando con su situación deteriorada por el paso del tiempo que al serlo complica su solución.
Hay fronteras para que no se derrame el desorden de mundos ocultos por miradas que sólo los miran tras el escudo aseptico de pantallas frías caldeadas por visiones de paraísos de (in)felicidades ajenas.
Este texto ha fluido en la línea que tiempo atrás abrí con MI LÍNEA DE FUGA, y que rebauticé con LO QUE NO DIRÍA.
Pasé por dispersiones que me alejaron de mis intenciones.
Espero que centrar mi atención en este sitio me otorgue la posibilidad abierta tiempo atrás en los blogs.
Escribimos para que nos lean.
También para ordenar nuestros pensamientos que en nuestro interior son una masa informe.
El pensamiento se construye en ese proceso de descarga intentando ponerle orden con la frase que de él emana.
El miércoles, 01 de septiembre de 2010 a las 7:53
