Mientras no tengamos el sentimiento de pertenencia al género humano desde una mirada global, será imposible razonar con esa fuerza bruta que antepone sus razones por la fuerza.
Tod@s somos perdedores.
No acabo de entender el porqué de las guerras.
Me gustaría que ante la discordia no se pasara a la ley de la fuerza.
Entiendo que no es fácil entenderse.
Respetar la diversidad y ser tolerantes, es algo realmente complicado.
Tod@s tenemos nuestra propia experiencia en lo que supone la convivencia en la proximidad.
Si previamente se dejara de usar el recurso de la fuerza y se intentara el entendimiento, poniendo en activo mediadores válidos, es posible que diéramos un paso a delante.
Otra de las problemáticas que se anteponen es la de la exclusión.
Esa es la que me lleva a pensar que tendemos a ver al otro y la otra como el no yo.
Bastaría pensarlo como parte de mí, para no cerrarle las puertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario