domingo, 19 de septiembre de 2010

Mi fin de semana - (31-10-08)


Aporto la torre de Babel porque días atrás la vi desde una perspectiva nueva.
Como ocurre con la Sagrada Familia de Gaudí, es una obra inacabada.

Todos los procesos humanos son eso. Aunque seamos finitos, tenemos la continuidad en quien queda y los que vendrán.
Formamos parte de un proceso.
Aceptarlo es dar un paso a delante.

Otro modelo que se mezcla con estos pensamientos es aquello de la historia de Moisés. No llegaría a la Tierra Prometida.
Esa simbología apunta al camino de cada uno y cada una de nosotros(as).
No llegaremos a la Tierra Prometida.
Si fuera así se terminaría todo.

Ese Paraiso que nos ofrecen para el otro lado del espejo se presenta ante mí en este lado.
No desde mi ser sino desde la perspectiva del todo.

¿Acaso soy sino en el Todo?

Que no sepa de algo no quiere decir que ese algo no exista.
Mi ignorancia no es el límite, es el camino.

No todos los velos se van a destapar ante mí.

Una vida a articular, esa es mi posibilidad.


Bastará estar atenta y receptiva.
La curisidad es el motor de mi vida.

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